lunes, 10 de enero de 2011

Me gusta mi cama revuelta, la de esos momentos en los que no tengo orden, medida ni distancias.

Solo improvisaciones para que sucedan y discurran las caricias, para provocar y que me provoquen los silencios penetrantes repletos de placer...

Y luego, la palabra.

- estás muy delgada
- sí...y tú también ¿no?...pero no me importa, así me es más fácil acoplarte a mi piel y que luego desaparezcas para dejarme volver a ser yo, con mis cuatro letras y mis escritos emborronados de dudas...

Y mientras, ahí sigue la foto de Lilo Raimond que tanto me gusta colgada en mi pared.






!Qué poquitas palabras para unos momentos tan largos!!!