EN BUSCA DEL ACONDICIONADOR PERFECTO

Desde que me cambié de ubicación, andaba en busca del acondicionador perfecto para unos rizos a los que parece que no les gusta nada la humedad del viento del litoral mediterráneo.

Sigo superficial, ya veis, cuando no es el ojo o el labial, son los rizos... en fin... 

Una va, además de comprando productos totalmente infumables que te prometen todo (y que después del primer uso van directamente al container de basura correspondiente) intentando encontrar el ideal pa ese pelo tan adverso flumine que me crece a mí como cabellera.

Y mira tú la solución... ¿quien me lo iba a decir a mí?... esas semillitas de lino que siempre añado a las masas de mis panes, resulta que son mágicas y las causantes de un milagro que ningún laboratorio ha conseguido nunca para que yo, conmigo misma, deje de una puñetera vez de tener que pelearme con mis pelos.

Semillitas, agua y se obra el milagro.
El pelo más sedoso y brillante que hayamos tocado en nuestra vida.

Aguanta contra vientos, mareas, revolcones... lo aguanta tó.

(Fotos: mis pelos y mis semis)

CALENTANDO MOTORES

Con este tiempecito primaveral que estamos disfrutando aquí en el litoral mediterráneo, es inevitable no poder aguantar el mono huertero que me invade. 

He estrenado los nuevos bancales plantando cebollas, aunque hace dos días que ando en disputas con cierto pajarito al que le encanta sacarlas. Yo las pongo por el día y él me las desentierra por la noche... gggggrrrrrrrrrrrrrrr... a ver quien gana la batalla al final...

Mi aguacate al que, después de muchos meses de inactividad, ya le ha dado por querer crecer y empezar a ponerse guapo guapo. 

Otras que también calientan motores, mis sucus de hojita.

A las lufas parece que les gustó la humedad del papel de cocina y el calorcito del ruter. Tan pidiéndome tierra ya mismo.

Lo que es la vida...
Y continúa.

PINTALABIOS MÁGICO MARROQUÍ

Se habla tanto por los youtubes que al final me he comprado uno.
Y también aproveché pa pedir mi imprescindible khol en polvo y el perfume de almizcle que tanto me gusta.

El pintalabios es azul pero, como es mágico, pues pinta del color que le da la gana. Bueno, más que pintar, tatua, dura una eternidad y no se va ni con el bifásico.

(Fotos: mis compras árabes y el color impertérrito en mis labios)

CORAZÓN INUNDADO

Yo quiero que se me quiera para otro tipo de cosas pero como que empiezo a creerme que va a ser un bastante mucho imposible.

Hoy no hay luna, sigue lloviendo y, desde mi rincón mirando al cielo, no veo ná de ná (a pesar de mi ojo abierto).

Ni luna, ni cometas, ni ná...

Vale, toy poética y lloro... pensé que igual se me convocaba.

Como dice Maná: se me ha inundado el corazón.


(Foto: Mi ángulo todo gris)

MIRANDO

Estoy seca de ideas.
Y ando por ahí bastante superficial. 
Últimamente solo me importa como pintarme este ojo que todo lo ve, aunque él, todavía, no sepa bien bien si le gusta verlo todo o no.

Eso sí, a pesar de los obstáculos, siempre mirando parriba.


(Foto: ese ojo que no sabe si quiere verlo)

MOMENTO MÁGICO

Antes encendíamos mecheros.
Ahora, en estos tiempos tan cambiados, se funciona con la pantalla de los móviles.
Pero es igual, ese sentimiento de querer iluminar las emociones es el mismo.

Que grande es este pequeñito hombre!!!
Lleno hasta la bandera de un público entregado, creo que todos nos hemos quedado afónicos de tanto corear sus canciones.
Todas sus composiciones son buenas pero es que hay algunas que se salen tanto que consiguen llegar a todas las fibras sensibles habidas y por haber...

Atropello de sensaciones.
Fué uno de esos pequeños momentos mágicos e iluminados que a veces te ocurren en la vida y que te cargan de energía para mucho tiempo.


(Foto: un instante de Soldadito Marinero ayer en Barcelona)

CONVERSACIONES CON

No sufro.
Sé que eres esa chica buscando y que me esperas siempre entre todos los intermedios que se te antojan. 
Y que tus morados se hacen solos.
Que no me piensas ni me sientes demasiado más allá.
Que eres libre y salvaje frente a las apetencias.
Que tampoco tienes dueño.
Que vas a seguir haciendo lo que te venga en gana.
En algo nos teníamos que parecer.

Vale... 
me iré... 
me vendré... 
me recostaré dónde y cuando el viento de nuestras dos ventanas abiertas me lo permitan.
Te buscaré.

Y ahí estaré, esperando a que nos ocurra una vez más.

(Foto: la luna  desde mi ángulo más particular)