No puede ser el encontrarse diariamente durante tantas tardes y tantas noches, después de tanto explicar, sin que surja algo.
Quizá debió ser así.
La música, la luz, las ganas despiertan los sentidos sin querer y te das cuenta de lo que realmente deseas en ese instante...y él también se la da.
Y surge.
Y sucede.
Y vuelas.
Y alcanzas lo olvidado de hace tiempo.
Y revives sensaciones.
Y te elevas.
Y sientes.
Y te dejas.
Y deseas.
Y lo alcanzas.
Y es un ratito casi eterno.
Y das las gracias porque su cama fué cálida...y su boca...y porque sus manos generosas te atraparon totalmente para amoldarte a su cuerpo.
Y su piel fué suave.
Y sus caricias eternas.
Me alegro enormemente de que vuelvas a sentir........., vive la vida.
ResponderEliminarGracias anónimo.
ResponderEliminarYo también me alegro de, aunque a ratitos cortos, volver a vivir la vida.