Vuelve esa sombra que tanto me gusta...
Eres el agua fresquita
con la que refresco mi alma...
me acompañas en el silencio,
yo sola y tu presencia conmigo.
Y mientras tensas las cuerdas de una guitarra
vas dando sonido a mis sentimientos.
Correré rauda hacia tí,
correré rauda hacia la luz de tu piel.
Haces
deshaces
y vuelves a hacer.
Creas
recreas
y vuelves a crear.
Me estiro
me amoldo
me desarmo
arrastrándome sin demasiadas palabras.
Mis orígenes centrados en tu piel que es mía,
en esa deliciosa violencia provocada.
Me apresuraré hacia la luz de esa tu piel
y me atraparán las sombras de tus manos.
Habitas en mí
me acomodo sobre tí
mis huecos te acogen en la distancia
ruedo por tu cuerpo
y me enrosco para intentar dibujar tu silueta.
No me salves nunca de eso...
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