Anoche lo decidí.
Este pozo negro empieza a engullirme bastante en serio, así que no me resistiré más. Ahí me quedo.
Ahora me gusta el negro...mañana me pondré mi vestido de ese no color...y también me pintaré el ojo con ese mismo no color. Ya no quiero el rojo de mis amapolas, ni el azul de su mar, ni el verde de tantas cosas...
No quiero remontar.
Prefiero quedarme abajo, a oscuras.
Ya no puedo mirar, ni observar, ni desear...permaneceré en este estadio intermedio del sin nada. No vivir y no morir, ni ya sentir. Me duele el sentir y decido no hacerlo. No me cabe todo lo que tengo dentro así que también decido vaciarme y no reponer.
Solo una canción, treintamil veces escuchada, para sellar el día.
Hay una gata que no quiere dueño pero que sí te necesita.
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