Me atrajo por el cartel. La cámara acertó mucho sabiendo captar esa mirada de desconexión emocional de su protagonista.
Una de las críticas que leí en La Vanguardia la define bien:
Her dibuja un universo aséptico y triste ("chapeau" a la muy creativa fotografía de Hoyte Van Hoytema) que recuerda mucho al de Gattaca, de Andrew Niccol, otra fábula futurista sobre la deriva de los sentimientos. Aunque hay una corriente subterránea por la que circula el humor, la película de Jonze es profundamente desasosegadora: su mirada, lúcida e incisiva, a una especie humana abocada a la soledad, la desconexión emocional y la esclavitud tecnológica es de un contundente nihilismo. Y algo nos dice que esto no es ciencia ficción, que Jonze habla del Zeitgeist presente.
Todavía no sé si me ha gustado, lo que sí sé es que me le levantado de la butaca con mucha angustia. Es una película que no va a dejar indiferente a nadie que la vea.
Me encantó esta canción de su banda sonora.
Pues, sí: esa mirada habla.
ResponderEliminar¡Justo una amiga me la recomendó ayer! Tengo muchas ganas de verla, no sé cómo me sentiré después, pero esos ojos ya me han conquistado.
ResponderEliminar:) un abrazo apretado gata!
Chicas, es que esos ojos, conectados o desconectados, son lo mejor de la peli, sus primeros planos hablan solos :)
ResponderEliminarMe va a gustar, ya lo sé. Sobre todo porque me hace pensar en la tris teza de Two lovers... Un abrazo.
ResponderEliminarOjos claros, dulces, preciosos... pero inexpresivos; todo lo contrario de los ojos obscuros.... negros que irradian fuerza y pasión ¿quién no recuerda la mirada de Omar Shariff, fallecido en fecha reciente?
ResponderEliminarquim, Joaquin Phoenix irradia mucho en esa película, te lo aseguro.
ResponderEliminarOmar Shariff también lo hacía, pero de otra manera, era de una época diferente.