martes, 24 de febrero de 2015
EN BUSCA DEL ACONDICIONADOR PERFECTO
Desde que me cambié de ubicación, andaba en busca del acondicionador perfecto para unos rizos a los que parece que no les gusta nada la humedad del viento del litoral mediterráneo.
Sigo superficial, ya veis, cuando no es el ojo o el labial, son los rizos... en fin...
Una va, además de comprando productos totalmente infumables que te prometen todo (y que después del primer uso van directamente al container de basura correspondiente) intentando encontrar el ideal pa ese pelo tan adverso flumine que me crece a mí como cabellera.
Y mira tú la solución... ¿quien me lo iba a decir a mí?... esas semillitas de lino que siempre añado a las masas de mis panes, resulta que son mágicas y las causantes de un milagro que ningún laboratorio ha conseguido nunca para que yo, conmigo misma, deje de una puñetera vez de tener que pelearme con mis pelos.
Semillitas, agua y se obra el milagro.
El pelo más sedoso y brillante que hayamos tocado en nuestra vida.
Aguanta contra vientos, mareas, revolcones... lo aguanta tó.
(Fotos: mis pelos y mis semis)
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Voy a tener que echarme cuarto y mitad de semillitas de esas de lino en mi pelambrera, a ver si consigo algún revolcón, que últimamente ando a dos velas :) Besico.
ResponderEliminarYo voy a tener que hacer como Diego. Porque pelo tengo bastante, pero siendo una mujer sintética (sin tetica derecha) el revolcón lo tengo difícil...
ResponderEliminarJoé chic@s, como sois!!! el lino es milagroso pero, de momento y comprobado, solo para el PELO (bueno, y también para el pan, que sale muy rico). No se yo si se le pueden atribuir poderes mágicos de otro tipo... jejeje.
ResponderEliminarUn besazo para cada un@.
Lindo pelo para enroscar dedos... Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Darío por el piropo.
ResponderEliminarUn beso.
beautiful blog kisses andy
ResponderEliminarThank you very much.
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