jueves, 10 de septiembre de 2009

ERA EL MAR

Se avecina un olvido doloroso que, impertérrito, me observa de cerca.

Desde una línea infinita rozo antiguas notas al teclear tu recuerdo. Te quedaste enredado en las yemas de mis dedos. Imaginé que sería como otras veces pero no...

Ya amanezco sin tí. Ahora habitas en la tristeza e inundas mi nada. Te contemplo en la oscuridad desparramado por mi piel.

Tu voz ausente se refleja en mi pelo. Suena lejana y huele a caracola, esa que tú acabas de recoger y que nunca guardarás.

Fué un sueño. Luego te diluíste como la espuma de esta playa donde ya solo quedan unas huellas solitarias.





Y es que fuí yo entre dormida y despierta.





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