sábado, 3 de abril de 2010



Miras y sigues silencioso desde el otro lado de la puerta.
Suspiras entre sombras y también lo haces silenciosamente.

Acércate...los dos lo necesitamos.
Mírame...yo lo necesito.

Cuéntame, dime, no te me pierdas en el silencio.
Háblame y así yo podré hablarte con mis manos.

Sigues mirando silencioso.
Te enviaré una de mis dos herraduras...
quizá eso te dé suerte...
quizá te guste...

¿Sabes que mientras dormimos te sobrevuelo cada noche?
¿Sabes que te hablo en nuestro silencio?

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