Algunos ayeres me generan todos los despueses posibles (por
aquello de que si quizá el mañana no llegará a llegarme nunca...).
Hay restos de cosas que se empiezan a secar.
Pero siempre hay algo que se reincorpora.
Hay algo que crece.
Hay algo que florece.
Hay algo que se mueve.
Hay algo que sobresale junto a lo que se mueve.
Hay algo grande, enorme...
Luego hay algo que se desecha, de lo que nos desprendemos, algo que se agita.
Y, al final, algo que permanece.
Y todavía hay gatas maullando desde los árboles.
Y ojos que me miran.
Hay muchas cosas que me hacen sentir la Primavera.
Me gusta toda esa naturaleza.
ResponderEliminarA mí también me gusta Mariajesus.
ResponderEliminarEsas pequeñitas cosas (tan grandes) me hacen revivir.
Por eso quería mostrároslas.
Son de un lugar muy especial para mí.
Un beso, buena cocinera gallega :-)
Buena gente veo por aquí :) Gata, no sólo te mira el caballo, también la gata blanca desde su allá arribotas. Y es que notan que estás en un parriba primaveral. Bonitas fotos, con sus secares, sus creceres, sus floreceres, sus moveres, sus permaneceres. Y ese pedazo encina. Bonitos lugares los que recorres y te recorren.
ResponderEliminarDiego, esos lugares, más que recorrerlos, me ha gustado que me recorrieran.
ResponderEliminarBesito recorredor para tí :)