miércoles, 9 de junio de 2010

MUSGOS




Musgos y líquenes crecen colonizando rocas desnudas, materias vivas o muertas.
Noto toda mi piel llena de ellos.

También me cubre el llamado musgo luminoso, ese que solo puede darse en cuevas. He leído por ahí que en la semioscuridad de los lugares donde crece, el musgo luminoso parece brillar con una luz verde dorada. En realidad, refleja la luz que le llega, no la propia. Lástima no tener foto...

2 comentarios:

  1. Te veo prolífica. Y te sigo en esta hora del alba, cuando se deshacen los grises, de lejos para que no te dés cuenta, no sea que me sueltes un gañafón con tus uñas pintadas de negro. Musgo y cuevas. En la pared de la entrada a mi cueva hay musgo, color verde oscuro. Un día, al entrar, vi entre el musgo un sapito chiquitín, de color también verde oscuro. Le hice una fotografía y cuando llegué a mi casa la pasé al ordenador. El sapito salió movido y eliminé la foto. “Mañana vuelvo a la cueva y le hago otra foto” – pensé. Y volví, pero... el sapito ya no estaba, ni lo he vuelto a ver jamás. Era precioso, con sus manitas, sus ojitos que me miraban y su boquita que parecía decirme “pio... pio...” Siempre me pasa lo mismo con los sapitos y con las manchas de color naranja, no acabo de aprender la lección.

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  2. Lo de la prolificidad depende del día, de las sensaciones y de los sentimientos. Ayer fué como fué.

    Repito lo mismo, lástima no tener foto...seguro que hubo alguna causa por la que el sapito se movió. Y es que hay que intentar coger las cosas al vuelo, aunque se muevan.

    Cualquier día cuelgo las fotos de mi ranita verde, le encantaba posar frente a mi cámara. Pa mí que las dos nos sabíamos sobradamente la lección...jejeje...

    Un beso.

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