sábado, 5 de junio de 2010

Tengo tantos papeles en blanco que no me gusta.

Parece que lo único que me gusta ahora es el objetivo. Creo que voy a comprarme una cámara nueva, quizá esta esté demasiado viciada en lo de siempre.

Hace viento y una nube negra me arrastra. Voy a cerrar un ratito los ojos a ver que veo. Desnuda y callada, el agujero me engulle. Como he leído por ahí, estoy colgada de una interrogación.

Estoy asustada y nadie responde.

Mañana procuraré seguir entendiéndome con el espejo. En él siempre hay algo que me ilumina.

3 comentarios:

  1. El espejo nos muestra una realidad que no existe, la simetría de nuestro propio yo, amable a veces, cruda otras. Sólo un espejo nos enseña esa imagen que siempre te mira de cara, a los ojos, sincera ¿Asustada? Respondería, pero no sé a qué puerta tocar, mis llamadas se pierden en el cristal de un espejo...

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  2. Pues estamos en las mismas...
    De madrugada, harta de no poder ver nada cuando cierro los ojos, rompí el espejo... tampoco encuentro la puerta donde tocar, o sí la encontré pero creo que se me volvió invisible de golpe. Luego, a cambio, tuve un momento de placer, efímero pero muy intenso.
    Ahora sigo asustada.
    Mañana buscaré otro espejo. Con un poco de suerte igual encuentro uno que tenga ese algo que me ilumine.

    Un beso.

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  3. en los espejos siempre hay algo que nos ilumina mucho que nos humilla.
    me encantó esta entrada.
    besos.

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