Este es mi Longines de cuerda, con sus sombras incluídas.
Al medidor del tiempo le dió por pararse ahí y mira tú que hora es ya!!! creo que no funciona demasiado bien. Vamos, que se niega a darme las horas como debería...o que las cuenta a su manera.
Pa mí que, como yo, piensa que el tiempo marcado es un mero accidente.
Y la edad, tres cuartos de lo mismo.
A pesar de que las agujas, aunque mal, sigan girando y queriendo medir. Pero... ¿qué cosa quieren medir?...
También yo tengo un viejo longines, pero no es de oro, como el tuyo. Pero he de confesar que sirve para lo mismo: también está estropeado...
ResponderEliminarPues podríamos hacer el Club de los Longineros, Mariajesús. Gata, el tuyo es viejuno ¿eh? El mío está parado para siempre en las seis y veinticinco. Pero un reloj parado no es un reloj muerto; es un reloj rebelde que un día decidió no seguir siendo esclavo del tiempo. Digo yo...
ResponderEliminarEstaría bien eso del Club...jejeje...
ResponderEliminarUno estropeao, otro parao, otro sin cuerda...creo que esos Longines son tan rebeldes como las personas que los poseen.
Besitos para los dos.
Por eso yo tengo un fossil... más acuerdo conmigo mismo...
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