Pensé que sería para un desayuno pero no, hoy me merendé lo que quedaba del dulce dejado en mi ventana.
Por poco no me llega el tarro al que, entre pesadilla y pesadilla, llevo tres noches atacando.
Guardé un culito para poner en la tortilla de pan de centeno recién cocinada en una sartén para esta ocasión tan especial.
Mermelada dulce, en todos los sentidos.
Sinsabores arriesgados, pero no sola.
Bueno ¿eh? dulce y rememorante.
Dulce culito... Un abrazo.
ResponderEliminarEntre bocado y bocado me he ido a tu post anterior, no es que sea cotilla, es que no sabia de donde había salido esa mermelada tan codiciada.
ResponderEliminarTendrás que volver a buscar mas....
Un besico dulce Gata
¡¡¡¡qué pinta!!!!
ResponderEliminarEsa mermelada aparecedora en tu ventana merecía ser extendida sobre un pan como ese que tú cocinas. Lo mejor supera a lo bueno. Es una imagen sugestiva, sensual, provocadora; hasta erótica :)
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