RECESO

Hoy, receso de todo el tema que últimamente me traigo entre manos.
A casi un mes del cambio, un buen amigo apareció, me acompañó y me ayudó (la verdad es que algo de ayuda, en todos los sentidos, sí que iba yo necesitando...). Lo bueno siempre llega de improviso y no podemos dejarlo no pasar.
Tuvimos un poquito de todo, alimento para el alma y alimento para el cuerpo.

El primer alimento, un vinito en la buena compañía de dos animalitos que, si nos descuidamos, casi se lo beben ellos antes de que intentaran comerse mi cámara y juguetear con el mechero.
Preciosos.
Cariñosos.
Un lujazo toparse con algo como esto.

Del segundo alimento no hay fotos, estaba tan a gusto hablando que, cosa rara en mí, me olvidé hasta de la cámara. Doy las gracias a Fer, a Ru, a Jo y sobre todo a Al por hacer esa estancia tan agradable.

Del tercero ¿que puedo decir? hay cosas incapaces de captar con el objetivo y que sólo las puede retener la piel.

Luego se marchó dirección sur.
Me dejó algo dulce en la ventana de mi dormitorio.
Olvidó su sombrero en el suelo de mi coche.
Quedaron anotados los m3 que ocuparán mis bártulos en el camión de mudanzas.
Y...gggggggrrrrrr...nos olvidamos de la dichosa llave allen que necesito pa desmontar la puñetera estantería de madera. En fin...no se puede estar en tó...

Día redondo.
Hay momentos en que los dioses se empeñan en sonreirnos...